La piedra de Labradorita es altamente mística y protectora. Alinea el cuerpo físico y el espiritual ayudándonos a saber cómo andar nuestro camino, indicándonos cuando es el “momento justo” para actuar. Disipa los miedos y las inseguridades. Trabaja con los recuerdos del pasado, que nos impiden evolucionar, ayudándonos a superar los “traumas” generados por ello. Aumenta la autoestima y fe en sí mismas en personas indecisas. El Ónix por su parte es una variedad del Ágata. Absorbe cualquier energía negativa que este dentro de nosotros o que nos llegue desde afuera y lo transforma en energía positiva. Alivia los dolores cardíacos y los zumbidos de oídos. Junto con el elefante brindará fortaleza, paciencia y resistencia ante la adversidad.
Diámetro de Dije: 1 cm.